En el mundo de la fotografía, pocas discusiones son tan apasionantes como la que enfrenta a la fotografía digital y la fotografía analógica con rollo fotográfico (film). En LuxArca quiero compartir contigo una visión clara de ambos estilos, sus pros y contras, y una opinión personal basada en mis horas disparando en la calle con cámara digital y también probando la magia del film.
Fotografía digital: inmediatez y flexibilidad

La fotografía digital revolucionó la forma en que capturamos imágenes. Hoy en día es la elección principal de la mayoría de fotógrafos, tanto profesionales como amateurs. La facilidad para disparar cientos de fotos sin preocuparse por el coste del carrete permite practicar y experimentar sin miedo.
Entre sus ventajas destaco la inmediatez: ver la foto en el visor justo después de disparar es un lujo para aprender rápido. Además, la edición digital amplía las posibilidades creativas sin necesidad de laboratorio.
Sin embargo, la comodidad a veces juega en contra. Tener espacio para miles de fotos puede fomentar la pereza de pensar cada encuadre. Muchos fotógrafos nuevos disparan sin reflexionar demasiado, confiando en que “ya se arregla en edición”.

En mi caso, la fotografía digital es mi herramienta diaria: flexible, económica y siempre lista para capturar cualquier momento inesperado de la calle.
Fotografía analógica: pausa y esencia
Disparar con rollo fotográfico es una experiencia completamente distinta. Cada carrete tiene un número limitado de fotos, lo que obliga a pensar, medir la luz y valorar cada click. Para muchos, ahí reside su encanto: la fotografía analógica te enseña a ser paciente y cuidadoso.


Los colores, la textura y el grano del film son difíciles de replicar digitalmente. Muchos fotógrafos, incluso con equipos digitales avanzados, siguen usando film para proyectos personales o retratos únicos.
El lado menos práctico es el coste y el tiempo: cada carrete y revelado suma dinero, y no todas las ciudades tienen laboratorios de calidad. Además, no existe la garantía de resultados inmediatos; cada error es una lección que se revela días después.

Personalmente, disfruto usar film para proyectos especiales. Siento que me conecta con la esencia de la fotografía: observar primero, disparar después.
Pros y contras resumidos
Digital: más rápido, económico a largo plazo, ideal para aprender técnica y experimentar. Puede fomentar malos hábitos como disparar sin pensar.

Analógico: calidad orgánica, aprendizaje consciente, resultado único. Costoso y más lento, pero muy gratificante.

Mi conclusión
En LuxArca defiendo la mezcla de ambos mundos. Uso la fotografía digital para talleres de street photography y para practicar técnica, pero recomiendo a todos probar la fotografía analógica al menos una vez. Te obliga a mirar diferente, valorar la luz y respetar cada foto.
Si quieres conocer más sobre cómo combinar ambos estilos, te invito a nuestros workshops de fotografía urbana en Valencia, donde exploramos la técnica, la composición y la mirada, ya sea con sensor o con rollo.
¿Tú con cuál te quedas para capturar la calle?
